Wednesday, September 3, 2008

C'est la Vie

"Vive cada día al máximo, obtén el máximo de cada día, de cada hora, de cada edad de tu vida. Sólo así podrás ver el futuro con confianza y el pasado sin remordimientos".


Si Kurt Cobain estuviera vivo, probablemente se suicidaría. Una de las cosas más importantes que dejó escritas en su carta de suicidio fue "It´s better to burn out than fade away", lo cual significa que es mejor quemarse que apagarse lentamente. Esta frase enmarca muchísimas cosas, las cuales algunos no entienden pero muchos sí.

La vida comienza en el ser humano y la inocencia es síntoma de felicidad. Nunca he conocido a un niño que busque respuestas de la vida y se deprima por las situaciones en las que se encuentra. La infancia es tan feliz como ignorante de su propia agonía. Muchos recuerdan con lágrimas ser un niño, mientras que los niños ni siquiera se detienen a pensar por qué son niños, que esa edad nunca vuelve y que deberían aprovechar todos los momentos de infancia posibles porque esos son los que atesorarán con mayor fuerza y servirán para marcar su vida. No, simplemente juegan. Y punto. ¿Para qué más?.

Luego llega la adolescencia, la muy decepcionante adolescencia. También dicen (¿quienes?) que son los mejores años , pero son los años en donde se descubren que las verdades son inciertas que la realidad es inexistente y que la vida puede llegar a no tener sentido. Años de motivación y desmotivación, de crueldades y felicidades. En fin, años maravillosos que pueden llevar directamente a la nada. De repente muchos se despiertan un día y analizan cada segundo de su día a día, estando totalmente desmotivados por absolutamente todo lo que acontece diariamente. Y es que, muchos sueños de infancia se desvanecieron, muchos amigos quedaron como enemigos, en mucho tiempo se ha sufrido y muchas historias se han consumido. Sólo queda uno. El adolescente. La persona. El ser humano. Solo. Pensando y reflexionando día a día, viviendo pero sin realmente vivir. Épocas de depresión constantes. Un vacío aparece sin poderse llenar. Un vacío donde una motivación por vivir debería estar.

Kurt dejó de sentirse motivado por hacer lo que más le gustaba: música. Ir de viaje, giras, conciertos, ir a estudios, tocar guitarra, divertirse, pasarla bien... Simplemente no le funcionaba ya, era hora de cambios. Pero cuando los cambios no funcionan, muchos llegan a la salida más fácil: Dejar de vivir. No es querer morir, es todo lo contrario. Es terminar donde existe aún rayos de felicidad que morir de a poquito, lentamente, hasta ser una persona mayor llena de arrepentimientos. Melancolía, nostalgía y tristeza maracarán la vida (o la no vida) de esa persona.

Esa NO es la sálida, pero tampoco sé donde está la solución. Todavía queda un mundo por recorrer, gente por conocer y millones de historias que vivir y ser contadas. Poder recordar qué eras en la infancia, qué soñabas y qué querías, para hacerlo. No es fácil. Es lo más difícil de hacer la verdad. Pero es mejor. Es mejor que quemarse y es mejor que apagarse lentamente. Es vivir cada día al máximo, sin pensar, sin saber por qué, sin analizar y sin dejar de soñar.

Saturday, August 2, 2008

Nosotros y ellos

4:13 am. Sigo aquí. Me levanto de la silla y me dirijo al baño, a tan solo 3 pasos de mi cama. Busco el papel toilet sin prender la luz, arranco un pedazo del rollo y me devuelvo a mi silla. Miro a la pared como si mirara el horizonte, allá en las costas de Vargas, allá en Puerto Azul. Es una pared blanca, sin sentido, pero puedo ver perfectamente el ocaso. La vista es increíble. La pared se transforma en cielo, en un paisaje; el sol dejando sus últimas pinceladas con la iluminación perfecta, de un día perfecto, de una época perfecta.

A mi lado están todos, con caras de felicidad. Estamos hace cinco años, ignorando el futuro, disfrutando el presente ahora pasado pero ahora presente otra vez. El tiempo no existe. Acabo de echar un chiste sobre el porqué lavarse los dientes si se vuelven a ensuciar. En esa época todo daba risa. "Ahí viene Claudia -dice la prima-, vamos de una vez". Los zamuros vuelan a lo lejos mientras caminamos hacia el malecón, hablamos de cualquier cosa indistinta que a la vez mantiene toda nuestra concentración. Nuestros pasos están sincronizados como lo están nuestras vidas. Mientras camino escucho levemente el sonido de las olas, el cual me relaja, y pienso en lo frío que debe estar el agua del malecón. Igual me voy a lanzar.

Extiendo mi mano derecha y tomo el papel, lo doblo de manera que parezca un cigarro y lo introduzco en mi hueco derecho de la nariz. Doblo mi cabeza hacia arriba, me sienta mejor. He estado todos estos días con gripe, produciendo cantidades industriales de flema (especialmente en el hueco derecho) sin saber el por qué de su olor. Huele a mierda, lo juro. Jamás en mi vida había tenido algo así y eso que tengo gripe todos los días. Veo el techo, olvidado. Con mi mano derecha, le doy vueltas al papel buscando todo resto de moco que pueda llevarme con él, como quien finaliza una compota y no quiere dejar nada dentro del frasco, introduciendo la cucharita varias veces por todo el borde interno de la compota. De pera. Al fin logro sacar algo de mi nariz y boto el papel a la basura, llena de infinitos papeles iguales. Me quedo observando el techo de nuevo. Es contradictoriamente ilimitado.

A Hugo se le acaba de caer el celular por las rejillas del catamarán hundiéndose hasta el fondo del mar. Todos ríen, él no. Usualmente tiene buen humor, él y su primo Javier siempre se la pasan riendo. Esta noche vinimos al catamarán de un tal Paprr, bebiendo y riendo como siempre, como la semana, como la playa, como nosotros mismos podemos reír sin complicación alguna.

Meyling está a mi lado, una chica que conocí por la prima de uno de mis mejores amigos. Estamos acostados en las rejillas del catamaran, los demás se fueron a hacer no se qué. Mey me habla de medicina, de que estudia en los Estados Unidos en un lugar donde hay muchísimos venezolanos y que el chicle SÍ es biodegradable (qué extraña la medicina que dan en el norte), mientras yo me encargo de observar sus hermosos labios. Eran perfectos. Rojos de verdad -no como los labios esos color carne- con la curvatura ideal del labio superior y el complemento perfecto del inferior. Una boca para besar. Justamente años después observaría, en la misma mesa donde estaba sentado, cómo sus labios estaban siendo interrumpidos por una lengua babosa de un imbécil. Siempre es un imbécil, siempre hay un imbécil. Creo que nunca he sido el imbécil de alguien más, me ha tocado es ver desfilar imbéciles en decenas de mujeres. Mujeres que no saben lo que quieren, como nadie, como todos. Aunque estoy seguro que esa noche en el catamarán, Hugo sabía que quería su celular de vuelta.

Vuelvo a repetir el procedimiento del papel en forma de cigarro, creo que llego a disfrutarlo a veces. La basura está a punto de rebosar su capacidad pero no me importa. La verdad es que muchas cosas dejaron de importarme ya. Como ella, como todas ellas. Hoy hace cinco años, pensando así, las cosas hubieran sido distintas. Hubiese sufrido más, siendo consciente del sufrimiento, abrazándolo, olvidándome del grupo de gente que me hacía sentir bien. Quizás hasta feliz. Tal vez buscaría la forma de calmar el sufrimiento en ese momento, ahorrándome cinco años de crecimiento exponencial y continuos desengaños, probando soluciones en vez de problemas. Problemas que, a la larga, nunca tienen soluciones.

Capaz sería mejor para estar más calmado en este presente, pero definitivamente no hubiese sido uno de los recuerdos más felices del día de hoy. Me levanto, voy al baño y cojo otro trozo de papel.



Sunday, June 15, 2008

Mind race

Pienso, luego existo. Existir es un estado mental donde la vida hace su cauce y las personas alrededor coexisten. Coexisten en un estado mental. ¿Acaso no pueden ser controladas? ¿Dependen de sí mismas? Todo está quieto, pero intranquilo. Ya no hay ansías ni motivación, mucho menos pasión. Quién logra esto, logra la vida. Mantener la emoción, el "rush" que drena los sentidos. Pasión de ser. Sed de vivir, como dirían por ahí.

Si cierro los ojos, el mundo sigue ahí. Si los abro, también. Quién es el mundo, quién es en su totalidad un ser. De dónde parto y a dónde voy. ¿Qué busco? o mejor aún, ¿A quién busco?. Se trata de encontrar a alguien quizás, se trata de tener a alguien. Cuidar, querer, amar. Verbos peligrosos...morir. Exactamente qué es morir y en qué se diferencia de vivir, si es que hay diferencia.

Volver a la infancia, a un estado sublime. Felicidad. Persuit of happyness, lograr algo. Tener una meta que lograr, objetivos. La guerra es un objetivo. Destruir al enemigo. ¿Cuál es el enemigo? Son todos iguales. Todos deben morir. Todos deben vivir. Conciencia.

Freud no sabía nada, pero lo inventó. Igual que el otro. No recuerdo su nombre, una vez estudié sobre él. El pupilo de freud...cómo coño era su nombre. ¡Jung! Ese que parece nombre chino (o japonés, es igual) pero en realidad es suizo. Suizo y nazi. Por conveniencia claro está. Quién no era nazi era judío, quién era judío era un cadaver. Ser un cadaver.

Muerte. Todo pensamiento conlleva a la muerte. Pensar entonces es morir. Pienso, luego muero.

Thursday, March 20, 2008

Hold your breath

No vengo a contar nada. Ni a relatar una historia, ni escribir una teoría, tampoco desahogar sentimientos o proclamar amores. No estoy para eso.

No vine a contar la nostalgia que tengo, ni mucho menos la tristeza que tendré en unos cuantos meses. No vengo a decir lo emocionado que puedo estar por algo, pero a la vez lo melancólico que puede ser. No tengo ganas de escribir sobre cómo estos días han sido solos, cómo el tiempo se mantiene quieto y cúanto tiempo estaré sin aliento.

No puedo expresar el cansancio y el conformismo, el no querer hacer nada y sentirse bien al respecto. No debo soñar muy lejos, ni imaginar cuentos de hadas con princesas ortodoxas que luego se perderán en viajes y travesías. No quiero pensar en las mil fantasías.

No estoy para arriesgar mi alma. No necesito exponerlo todo y desnudarme. No es conveniente darlo el todo por el todo, pensar en musicales, actuar en historias, protagonizar novelas. Aunque...no puedo evitarlo.

No temas. No estaré mal, tan solo moriré un poco más.

Saturday, January 12, 2008

Días de melancolía

El tiempo me mantiene al límite. Voy de lugar a lugar, todos los días, ocupandome de ifinitas empresas que no terminan nunca. Hablo de empresas en el sentido de una tarea, una cita, un evento. No hay día libre en mi vida, por lo menos no en estos momentos de ella. Pero no me quejo, la vivo y la disfruto día a día.

Sólo que, de repente, llegan unos días distintos. Días donde puedo salir y realizar mis "empresas" pero mi mente está en otro lado, las cosas no me emocionan de la misma manera y tengo como un sentimiento de culpa, de tristeza. Son los días de melancolía.

Hoy es uno de esos días. Días donde ese sentimiento extraño se apodera de tí, y no sabemos definirlo. O no entendemos de donde viene. Hay como un vacío muy grande que, en mi caso, logro llenar con actividades, estudio, etc, pero el vacío es muy grande. El misterio comienza.

Mi vida en teoría suena bien. No puedo pedir más. Pero este sentimiento me agobia, me pega, llega en los momentos más inesperados y logra quitarme hasta las ganas de dormir. ¿Qué será lo que quiere?, no aparecía algo así desde hace un tiempo.

"La soledad y la melancolía son mi única compañía." Así dice una canción, así diría mi canción. Creo que por muchas personas que uno pueda conocer, poder encontrar a verdaderos amigos y personas en quien confiar, en quien amar, en quien dar el todo por el todo, son pocas. Cuando hablo de pocas nunca creí que eran tan pocas, pero sí que lo son. Contaditas. Qué tristeza.

Extraño a un amigo de verdad. Extraño a un ser amado. Extraño a personas que ya no están acá, a las que están en otro país, a las que el tiempo ha separado físicamente. Extraño no tener que pensar en más nada sino en compartir momentos con mis seres queridos. Extraño la infancia. Extraño el amor. Extraño la música. Extraño el colegio.

Qué cantidad de extrañadas. Y las que faltan. Uff, podría dedicarle un libro completo. Pero la vida sólo me ha dejado poder extrañar. Aquello pasado que aparentemente siempre fue mejor, no volverá. Qué dificil entender esto. Si tan sólo uno conociera esta premisa desde muy chiquito, podría ser un poquito más feliz. Quizás. Quién sabe. "Lo más terrible se aprende en seguida y lo hermoso nos cuesta la vida."

Pero estamos en un proceso constante y permanente de cambio. Nada es para siempre. NADA NADA NADA NADA NADA NADA NADA NADA. Las sitauciones que nos encantan, los amigos que queremos demasiaaaaaaaaaado, aquella niña que me encantaba de pequeño, la otra que se fue del país, la belleza de ojitos verdes y mente retadora, y todas las demás cosas que queremos y queremos no son eternas. Y cuando tiempo después nos distraemos en mil otras cosas que logramos coordinar, nos pega un día como hoy donde nos dice que por más que queramos no podremos olvidar algunas cosas que exisiteron en el pasado y nos dieron mucha alegría, pero que hoy nos da mucha tristeza porque ya no están. Hoy, me quedo pensando y añorando que algún día volverán todos esos momentos, todas esas personas y todas esas cosas, devolviendo una gran alegría y felicidad. Dejando atrás estos días de nuestra vida, estos días de melancolía.